martes, 27 de junio de 2017

VHIT: Revisión de la literatura

Comentamos la revisión sistemática referente a la prueba VHIT realizada por la Universidad de Montreal en marzo del 2017.

Video head impulse test: a review of the literature.
Alhabib , Saliba .
Eur Arch Otorhinolaryngol. 2017 Mar;274(3):1215-1222.

Comentario      

En esta revisión de 221 se eligieron a 37 artículos a través de la búsqueda en el Pubmed y en la biblioteca Cochrane donde se utilizó 4 sistemas de VHIT para la diferentes etiologías de los trastornos vestibulares.
El objetivo de esta revisión de la literatura existente es el estudio de la efectividad del VHIT como herramienta diagnóstica para las diferentes patologías vestibulares y el generar un algoritmo para su manejo.
Comienza con una breve historia sobre los diferentes métodos usados para el estudio del reflejo vestíbulo-ocular (VOR) hasta la presentación del VHIT por la sociedad Barany en Paris del 2004.
El test de impulso cefálico es un movimiento pasivo, impredecible, de alta aceleración con una amplitud de 10-20º que nos permiten el estudio del VOR de cada canal semicircular individualmente. Permitiéndonos el VOR la estabilización de la imagen en la retina durante el movimiento cefálico.
La ganancia del VOR está definido por el ratio de la velocidad de la fase lenta compensatoria del movimiento del ojo con la velocidad del impulso cefálico. Siendo considerado normal a partir de 0.79-0.83 dependiendo del aparato de medición.
En la paresia vestibular se manifiesta como una reducción de la ganancia, así como la presencia de sacadas, tanto cubiertas como descubiertas. Siendo posible la cuantificación y registro de la ganancia de cada canal a través del sistema videoasistido VHIT.

Resultados:
De los 37 artículos aceptados, 8 estudiaron la eficacia del VHIT en la neuritis vestibular, 6 compararon las pruebas calóricas con el VHIT en pacientes con Enfermedad de Ménière, 2 estudiaron el VOR en el schwannoma vestibular, 20 artículos trataban sobre diferentes diagnósticos en la vestibulopatía periférica, y un articulo usaba el VHIT para descartar patología central en una clínica compatible con vestibulopatía periférica.
En la revisión tras la explicación de cómo se realiza la prueba comienza con la discusión.

Discusión:
Se inicia con un breve resumen sobre la fisiología y fisiopatología de los reflejos vestíbulo-oculares y las diferentes sacadas.
Comenta que hasta ahora las pruebas calóricas han sido el gold estándar para la evaluación de la función vestibular, como desventaja señalan su estudio a frecuencias bajas, la clínica que puede producir y el tiempo en su realización.
Destacan las ventajas del VHIT como un test rápido, fisiológico, bien tolerado y que permite el estudio de todos los CS, con una alta especificidad cercana al 90%.
Posteriormente la revisión comienza a comentar cada patología por separado:
ü  Papel del VHIT en la Neuritis Vestibular:
En diferentes ocasiones es estudiada la NV junto al cVEMP y oVEMP para un diagnóstico mas preciso. Encontrando en el VHIT una sensibilidad del 86.7% y una especificidad del 100% donde el déficit calórico está entra el 40 y 65%. Siendo una sensibilidad del 100% cuando el déficit calórico es mayor al 65%.
ü  Vestibulopatía por Gentamicina:
Halmagyi concluye que el VHIT es una eficaz prueba para el estudio de vestibulopatía uni/bilateral por Gentamicina.
ü  Enfermedad de Ménière:
Existe una disociación entre la pruebas calóricas y el VHIT, mientras que en las PC se muestra un déficit, en el VHIT se muestra normal en el 45%. Una de las teorías que explican esta diferencia es debida a la afectación en la EM de las células ciliadas tipo II, que son estimuladas por aceleraciones de baja frecuencia siendo, por tanto, mejor diagnosticadas por las PC. Consiguiendo con el VHIT una sensibilidad del 86.7% y una especificidad del 100% cuando el déficit calórico está entre el 40 y 65%. Siendo, de todas formas, aconsejado realizar las PC en sospechas de enfermedad de Ménière en primer lugar.
ü  El VHIT no tiene alteración en pacientes con V. P.P.B.
ü  Schwannoma Vestibular:
Siendo la RMN el gold estándar, la sensibilidad del VHIT era del 41-45% con una especificidad del 94%. Siendo una prueba poco útil para esta patología, pudiéndose usar para el control de la compensación vestibular tras la cirugía.
ü  Papel del VHIT en la apariencia del clínica vertiginosa en la patología central:
Se demostró que el VHIT tiene una sensibilidad del 88%, superior a la RMN en las primeras 48 h. tras el ictus, diferenciando de la patología periférica (donde habría una ganancia baja) de la central (donde la ganancia seria normal). Siendo normal la prueba del VHIT en el 91-96% de los pacientes con infarto cerebral.

Limitaciones:
Las principales limitaciones que destacan se basan en que únicamente sería efectiva para paresias vestibulares de más del 40%. También comenta la pericia necesaria del examinador para realizar la prueba, así como, su imposibilidad de realización en problemas cervicales. 

Conclusión:
Concluyen diciendo que es un test rápido, bien tolerado, complementario a otras pruebas vestibulares, principalmente la PC. Pudiendo ser realizado en primer lugar en la patología vestibular, y si es normal, realizar la prueba calórica. Excepto, en la Enfermedad de Ménière, donde se realiza la PC en primer lugar.
Siendo necesarios más estudios para la evolución de la ganancia en la patología vestibular.



Podéis encontrar el articulo original a través de la Biblioteca del SAS.


Artículo  seleccionado y comentado por el Dr.  Antonio Rodríguez Fernández –Freire.

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